
¿Cuántas veces ha pasado que se han roto copas de vino? A mí muchísimas. Entonces, ¿qué hacer con las que quedan? ¿Dejarlas en el rincón más alejado del armario o transformarlas para darles una nueva vida?
Yo, las convertí en velas.

Para la vela naranja utilicé cera de soja, tinte para velas y aceite perfumado. Pinté la copa con rotulador permanente y la adorné con perlas e hilo negro.
Para la vela azul usé arena blanca para rellenar (para poder colocar la vela sobre ella). Y la copa la pinté con pintura específica para cristal en dos tonos de azul.
Como veáis hay muchas soluciones y podéis crear velas a vuestro gusto.
¿Os apetece intentarlo?
Recicla, crea y libera tu arte interior.